Los representantes de los mejores equipos del continente estarán todos juntos en un mismo lugar y durante poco más de dos días. Será una concentración multitudinaria y también una gran oportunidad para unir lazos y generar nuevas oportunidades.
El miércoles, en Luque, ciudad pegada a Asunción, la capital de Paraguay, se realizará el sorteo de la Copa Libertadores 2018, que al día de la fecha aún no tiene reglamento resuelto ni confirmado, al punto de que hasta se especula con que podría haber una final a partido único y en cancha neutral (podría ser el estadio Mineirao, de Belo Horizonte).
Entre los “concentrados” estará Atlético, por supuesto, uno de los siete clubes argentinos clasificados a la cita continental (Independiente fue el último, por ganar la Sudamericana). El viaje del presidente Mario Leito y del gerente Hugo Bermúdez no será de placer. Puede que sea de negocios, de hecho.
El centro de convenciones de la Conmebol, donde se realizará el sorteo, puede ser una usina de posibilidades para los directivos del “Decano”: su idea, dentro de las posibilidades de la billetera del club, es abrir canales de contactos en pos de sumar refuerzos para la temporada que se avecina. Donde primero se encarará, por una cuestión de rápida adaptación de los futbolistas, es con las instituciones del medio. O sea, las argentinas: River, Boca, Independiente, Estudiantes, Racing y Banfield.
Atlético no concentrará sus ilusiones de contratar futbolistas para Ricardo Zielinski solamente en el evento del miércoles. Habrá otro grupo de dirigentes que viajará hacia Buenos Aires. Allí harán base por unos días y comenzarán a analizar las carpetas de los jugadores que estén a disposición y a los que se planea tentar, pese a que tienen contrato con otros clubes.
Las prioridades están marcadas a fuego: un goleador que pueda adaptarse al sistema de Ricardo Zielinski, un arquero, un zaguero central y un carrilero. Todos con pergaminos como para llegar, ponerse la camiseta y salir a jugar. No habrá “apuestas” ni sorpresas.